Rusia lanzó un ataque masivo de drones contra Ucrania

Según un balance oficial de Kiev, el ejército ruso sufrió más de 2.000 bajas fuerzas rusas entre muertos y heridos en las últimas 24 horas.

Las fuerzas rusas lanzaron un ataque masivo con drones contra territorio ucraniano, utilizando un total de 132 aparatos no tripulados, según informó este viernes el ejército ucraniano en un comunicado. Además, aseguró haber causado más de 2.000 bajas entre muertos y heridos en las tropas rusas durante las últimas 24 horas.

Del total de los drones lanzados, 88 fueron derribados por las defensas ucranianas y otros 42 perdieron la señal debido, en parte, a las medidas de guerra electrónica del Ejército ucraniano, según el comunicado. Los artefactos destruidos fueron interceptados sobre el territorio de varias regiones del norte, el centro, el noreste y el sur y el sureste de Ucrania. Según la Fuerza Aérea, durante el ataque sufrieron daños infraestructuras de varias regiones ucranianas, automóviles, casas particulares y edificios de viviendas.

Rusia ataca cada noche regiones de toda Ucrania con drones kamikaze Shahed y de otros tipos. Las defensas ucranianas logran neutralizar la inmensa mayoría de estos drones, que sirven a Moscú para presionar al Ejército ucraniano e identificar la localización de sus medios de protección aérea.

Las bajas rusas

Respecto a las más de 2.000 bajas entre muertos y heridos en las últimas 24 horas informadas por el ejército ucraniano, el balance oficial de Kiev asegura que las fuerzas rusas han perdido cerca de 740.000 hombres desde el inicio de la guerra. Sin embargo, ninguno de los dos bandos proporciona datos sobre sus propias pérdidas.

El comunicado también hace referencia a la destrucción durante el jueves de 33 vehículos blindados de combate y de 34 sistemas de artillería. En lo que refiere a la evolución de la situación en el frente, el propio Estado Mayor ha informado de más de 200 combates a lo largo de todo el frente en las últimas horas.

El campo de batalla

Las zonas más calientes siguen siendo los ejes de Pokrovsk y Kurájove, dos ciudades de la región oriental de Donetsk que Rusia trata de conquistar desde hace meses. En el frente de Pokrovsk, las tropas ucranianas han repelido durante el último día 61 ataques enemigos. En el de Kurájove el número de ataques rusos frustrados ha sido de 43, según el Estado Mayor de Kiev.

La plataforma ucraniana de análisis de la guerra DeepState ha informado de avances rusos en Kurájove, Velika Novosilka y otros lugares de Donetsk. Según los mapas de movimientos en el frente que ofrece DeepState, las fuerzas rusas siguen empujando para rodear a las tropas ucranianas que defienden Kurájove. Rusia también trata de avanzar hacia su objetivo de rodear a los soldados ucranianos que protegen el territorio situado entre Velika Novosilka y Rivnópil, al sur de Kurájove.

Según fuentes militares contactadas por la agencia de noticias EFE, las tropas ucranianas se preparan para retirarse de estas posiciones al tiempo que infligen a las tropas rusas el máximo número de bajas posibles. Rusia lleva la iniciativa en el frente desde hace más de un año, y ha acelerado su avance en algunas zonas de la región de Donetsk en las últimas semanas. Kiev pone el acento en el alto número de pérdidas en que Rusia incurre para lograr estos avances y confía en que Moscú sufra un desgaste que lleve al colapso de sus capacidades ofensivas.

Aunque con menor intensidad que hacia Pokrovsk y Kurájove, las fuerzas rusas aprietan también en dirección a Kúpiansk, en la provincia nororiental de Járkov, donde el Ejército ucraniano ha repelido en 24 horas 25 ataques, y en la zona de Donetsk que queda al sur de Kurájove, en la que los rusos trataron de romper las defensas enemigas 20 veces.

Diversas fuentes oficiales de Kiev han advertido además en los últimos días de que Rusia podría tratar de activar también el frente de Zaporiyia, en el sur de Ucrania. Mientras, las fuerzas ucranianas siguen defendiendo el territorio que conservan en la región rusa de Kursk, conquistado en la operación transfronteriza que Kiev lanzó a principios de agosto.

Zelenski pide más ayuda

Mientras tanto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski reaccionó a las advertencias del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre un posible ataque contra centros de decisión de Kiev con misiles balísticos hipersónicos Oréshnik, pidiendo a Occidente que no ceda a la presión rusa y refuerce a su país para que pueda repeler la agresión militar rusa.

“Cualquier chantaje ruso debe recibir una respuesta contundente”, dijo el mandatario en su último mensaje a la nación, en el que apeló a Europa y a Estados Unidos a trabajar junto a Ucrania para conseguir una paz real que no pase por aceptar las condiciones de Putin para poner fin al conflicto bélico.

Ataque al sistema eléctrico

El jueves Rusia logró causar importantes daños en partes de la red eléctrica ucraniana al lanzar más de 90 misiles y casi 100 drones kamikazes. Como resultado, millones de ucranianos pasaron más horas sin electricidad este viernes, ya que los cortes de luz continuaron en todo el país por segundo día consecutivo.

"En estos momentos, la situación en el sector energético es complicada, pero está controlada por Ukrenergo (el operador de la red eléctrica). Es importante que el sistema haya preservado su integridad", subrayó el primer ministro, Denis Shmigal.

El ataque de Rusia volvió a tener como objetivo las subestaciones clave del país, responsables de la distribución de la electricidad producida por sus centrales nucleares, explicó a EFE Volodímir Omelchenko, experto en energía del Centro Razumkov de Kiev. "Se trata de otro ataque indirecto contra centrales nucleares, que desencadenó procedimientos de emergencia no previstos por su diseño, creando así una situación de emergencia no sólo para Ucrania, sino para Europa en general", subrayó.

Los nueve reactores nucleares bajo control de Ucrania tuvieron que disminuir la generación tras el ataque ruso, según confirmó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). "La infraestructura energética de Ucrania es extremadamente frágil y vulnerable, lo que pone en grave riesgo la seguridad nuclear", señaló el director del organismo, Rafael Grossi.

"Con pocos mecanismos automáticos, el personal tiene que reaccionar en cuestión de segundos para evitar un accidente radiactivo, similar a los ocurridos en Fukushima o Chernóbil, y los riesgos aumentan con cada ataque", subrayó Omelchenko.

Cualquier predicción sobre la gravedad y duración de los cortes de electricidad depende en gran medida del éxito de las reparaciones, así como de las condiciones meteorológicas y de los daños causados por nuevos ataques rusos, afirmó Omelchenko. En cualquier caso, el experto espera que los cortes de electricidad lleguen a continuar al menos hasta Año Nuevo, aunque su gravedad puede disminuir gradualmente.