El Senado se prepara para insistir con la emergencia en discapacidad, pero crece la tensión por el temario

El oficialismo y la oposición coinciden en reactivar la emergencia en discapacidad y revisar la regulación de los DNU, pero la presión de distintos bloques por incluir proyectos propios amenaza con complejizar el escenario parlamentario.

El Senado de la Nación se encamina a sesionar en los próximos días con un temario que ya anticipa tensiones. Tras el veto del Poder Ejecutivo, la Cámara de Diputados insistió con la sanción de la emergencia en discapacidad, y todo indica que la Cámara Alta avanzará en la misma dirección.

A esto se suma la intención de modificar la norma que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), un instrumento ampliamente utilizado por los sucesivos gobiernos.

Sin embargo, la definición del orden del día no será sencilla. En la reunión de Labor Parlamentaria prevista para el martes, los bloques deberán negociar la inclusión de otros proyectos que ya cuentan con dictamen en comisiones y que varios legisladores reclaman llevar al recinto. Desde la oposición advierten que no permitirán que un sector “maneje la agenda” y presionan para que iniciativas largamente postergadas también tengan tratamiento.

Entre los textos que podrían generar fricciones se encuentra la propuesta para endurecer las penas contra las denuncias falsas, impulsada por la senadora radical Edith Terenzi. El proyecto divide aguas, incluso dentro de su propio espacio, por el temor a que su aplicación derive en efectos no deseados.

Además, figuran en la lista de espera la denominada “ley Nicolás” —orientada a mejorar la detección de enfermedades y prevenir la mala praxis médica—, la creación del sistema de Alerta Rápida Sofía, cambios en la Ley de Trasplante y en el régimen de Manejo del Fuego, la institución de la historia clínica ambiental y reformas al Código Penal vinculadas a los siniestros viales.

A los proyectos de fondo se suman declaraciones de interés y designaciones simbólicas, como la de Puerto Pirámides como “Capital Nacional de la Ballena Franca” o la de San Miguel de Tucumán como “capital simbólica de la República Argentina”.

El desafío para la Cámara Alta será encontrar un equilibrio entre la urgencia de insistir con la emergencia en discapacidad y el creciente reclamo de los bloques por habilitar debates que llevan meses pendientes. El resultado de esa pulseada definirá el tono de la próxima sesión.